Todos los días, desde hace años, Carlos Frontaura usa su twitter solo para repostear cosas de santos. Prefiere compartir historias de vida de vírgenes, mártires y abades; repostea contenidos de portales como evangelio.org y es.catholic.net. Frontaura es, seguramente, la persona más conservadora de toda la Comisión de Expertos.
Llegó a este rol en el cupo del Partido Republicano. Es abogado, profesor y Decano de la Universidad Católica. Quienes trabajaron con él en el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), donde fue dos veces consejero, dicen que siempre está abierto al debate. Lo recuerdan como mano derecha de Sergio Micco. A diferencia de otros referentes de la derecha, ha viajado a la Región de la Araucanía a propósito del conflicto mapuche y se ha reunido con grupos de migrantes.
Primero fue su nombre el que acaparó los medios que cubren la política, a mediados de 2016, cuando el Senado discutía si asignarle o no un segundo período como consejero del INDH. También llenó la boca de activistas y organizaciones de la sociedad civil: lo acusaban de haber llegado por un pacto entre fuerzas políticas (“que era el cupo de la UDI en el consejo”, “que no era el adecuado para el cargo”). Entonces, la Fundación Iguales distribuyó una carta a cada uno de los senadores que tenían la responsabilidad de votar. “El Sr. Frontaura, quien ha opinado en el Consejo del INDH que `las conductas homosexuales son pecado`, ha defendido la realización de un seminario para `sanar la homosexualidad` y ha vinculado un fuerte temporal de viento y lluvia con la despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales, tiene una mirada de los derechos humanos fuertemente sesgada por sus creencias personales”. La firmaron la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, el Observatorio contra el Acoso Callejero, la Fundación Daniel Zamudio y los entonces diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric, entre otros.
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Frontaura militó en la UDI varios años y fue parte del Movimiento Gremial de Jaime Guzmán mientras estudiaba derecho. En la Universidad Católica lo reconocen como un referente para los estudiantes interesados en el gremialismo.
Es abogado, profesor y Decano de la Universidad Católica. Lo recuerdan como mano derecha de Sergio Micco.
Aunque desde el movimiento defienden que Frontaura solía tener un rol más académico, se le recuerda por haber apoyado, cuando era Decano de Derecho, a un grupo de estudiantes antiderechos que iniciaron una oposición pacífica a la toma feminista de la Casa Central de la Universidad Católica en mayo del 2018.
La periodista Javiera Rodríguez es gremialista y autora de La Contra Toma, el libro que registró ese episodio. Frontaura estuvo en su presentación, en diciembre del 2019, en la Fundación Jaime Guzmán. Señaló a ese gesto de libertad de expresión como uno de los episodios “más lamentables” de la historia de la Católica. También fue crítico del estallido.
Aun así, Rodríguez ve con buenos ojos su nombramiento a la Comisión de Expertos. “Su claridad de principios, del valor del ser humano, de la dignidad propia del individuo. Toda esta idea cristiana del humano puede ser muy importante. Es una persona con claridades ideológicas impresionantes. Por ese lado va a aportar muchísimo”.