Crónica

Francisco Soto


Un distinto

Llega encorvado, metido en un traje gris del mismo tono que su pelo. A paso lento, las manos tomadas a la altura del estómago, los ojos caídos, somnolientos, sonrisa apacible. Francisco Soto se mueve en su hábitat natural: las aulas de techos altos y ecos eclesiásticos, los pasillos fríos mal iluminados y las bibliotecas con olor a café. 

En el centro del salón de honor del Senado el presidente provisorio de la Comisión de Expertos, Hernán Larraín, le pregunta si acepta incorporarse al órgano que redactará el preproyecto de Constitución. El abogado de cupo PPD, Francisco Soto, asiente con un leve movimiento de cabeza. Luego sonríe. Se retira entre los aplausos de sus pares. Acaso todos en el recinto recuerdan el largo camino que ha recorrido insistiendo con el cambio constitucional, el cual comenzó muy lejos de la solemnidad de las aulas: en las masivas manifestaciones ciudadanas contra la dictadura cívico militar de Pinochet de los últimos años de los ochenta.

Sus alumnos y colegas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile -donde es director de Investigación- lo describen como alguien piola, sencillo, llano, de trato afable. Este perfil, menciona el también abogado y profesor mapuche Salvador Millaleo, lo hace un distinto: “Esta facultad es conocida por tener lotes y peleas internas, y él habla con todo el mundo”. 

Desde joven le interesa pensar la incidencia ciudadana en la toma de decisiones; es el tema de sus investigaciones académicas.

Integra distintos universos en el mundo académico, y también en el político. Francisco Soto, independiente y ex militante del PPD, aún mantiene estrechos vínculos con el partido. Es muy amigo del senador Jaime Quintana, a quien conoce desde que iban juntos al Liceo Alemán. Se lleva bien con el constitucionalista cercano a RN Gastón Gómez; con el ex convencional y ex director de The Clinic, Patricio Fernández, y con el equipo del Centro de Estudios Públicos (cercano a la derecha), donde integró grupos liderados por el académico Francisco Zúñiga. Sus redes llegan hasta la fundación del ex presidente Ricardo Lagos, Democracia y Desarrollo, en donde ha participado en proyectos ligados al cambio constitucional, como “Tu Constitución” y “Nuestra Constitución”. Fue vocero de la precandidatura que el ex mandatario impulsó para las elecciones presidenciales del 2017.

Desde joven le interesa pensar la incidencia ciudadana en la toma de decisiones; es el tema de sus investigaciones académicas desde que estudió Derecho en la Universidad Diego Portales hasta que se doctoró en la Universidad de Barcelona. 

El estallido no lo tomó por sorpresa. Había escrito columnas sobre situaciones que sobrepasan la agenda de las autoridades y la posibilidad de contención con una Asamblea Constituyente. Cuando la olla explotó, Soto asumió un rol protagónico en la Defensoría Jurídica de la Universidad de Chile que operó desde Plaza Italia de lunes a domingo para dar ayuda legal a las y los afectados por la violencia institucional.