Ensayo

La soledad de los salares


Ahora vienen de más lejos por el litio

El Altiplano junto con el Tíbet es una de las mayores planicies de la Tierra. Hace miles de años la zona fue cubierta por grandes lagos que con el tiempo se evaporaron y formaron salares únicos e irrepetibles por su biodiversidad y riqueza mineral. Hasta que llegó la explotación del cobre, el silencio absoluto solo era interrumpido por las conversaciones de las aves. Hoy siguen llegando camiones, grúas y trabajadores con uniforme y cascos. El paisaje es amenazado por la minería de litio. Los salares están solos.

El Altiplano del norte de Chile recibe la mayor radiación solar del planeta. El sol del mediodía quema la piel, achurrasca los labios y produce ensoñaciones luminosas. El Altiplano o Puna se ubica desde los 3500 metros sobre el nivel del mar en el norte de Chile. Su inmensidad  es acompañada de volcanes tutelares, vertientes minerales de lavas antiguas y fumarolas que hierven cerca del sol. El Altiplano junto con el Tíbet es una de las mayores planicies del planeta.

En las alturas los pasos se dan en cámara lenta, cuesta respirar y hablar. El aire puro huele a chachacoma. En el Altiplano hace frío, en invierno se congelan las lagunas donde los flamencos posan con una pata. Se entumecen los huesos, se parten las manos y las mejillas, se enfrían los pensamientos. El Altiplano es extenso, abarca desde los 15º a los 27º de latitud sur y tiene cerca de 350 km de ancho y 1500 km de largo. Cada rincón es distinto. En el Altiplano la naturaleza se expresa como si fuera el último momento para vivir. 

Hace miles de años estas zonas fueron cubiertas por grandes lagos que tuvieron distintas fases. Con el pasar del tiempo las aguas se evaporaron y formaron los actuales salares. Los salares son cuencas evaporíticas endorreicas, es decir, son ecosistemas acuáticos cerrados que tienen un balance hídrico negativo: siempre se evapora más agua que la que ingresa al sistema. Los salares son humedales complejos que tienen la mayor biodiversidad terrestre del norte de Chile. Los afluentes, es decir, el agua que llega al salar, son vertientes de agua dulce que emergen desde aguas subterráneas formando zonas de bofedales. En estos sectores se puede encontrar una alta diversidad de aves, peces, anfibios, reptiles y otras especies de menor tamaño, muchas de ellas endémicas.

El agua que llega al salar puede formar lagunas permanentes o temporales de distinta salinidad, algunas de ellas son hipersalinas lo cual se puede apreciar por los bordes con sales cristalizadas. Es típico encontrar en estas lagunas extensas colonias de flamencos y junto a ellos una altísima diversidad de microorganismos, microalgas y zooplancton. Las zonas sin agua superficial son generalmente extensiones de sales, las cuales pueden ser cloruros, carbonatos, sulfatos, nitratos, sodio, entre otros. Cada salar es distinto, único, irrepetible.

Cada día es un renacer. Cuando el sol asoma sus primeros fotones de la mañana, el hielo de las lagunas comienza a derretirse, en unas horas la temperatura sube y la fotosíntesis verde, púrpura, naranja y rosa despierta los metabolismos dormidos de la noche. Aquí el tiempo no existe, no alcanzarían las horas para contar la magnitud de la vida.

El silencio absoluto es interrumpido por las conversaciones de algunas aves, el fluir del agua o las burbujas de gases que revientan en la superficie. Sol, silencio, paisajes en alta definición. Si la Tierra tuviese un refugio para mostrar su belleza, el Altiplano sería el lugar. 

Que esto dure para siempre.

Llegaron de lejos con pantalones largos. Instalaron bombas y extensas tuberías para llevarse el agua. Llegaron camiones, grúas, retroexcavadoras, trabajadores con uniforme y cascos, perforaron la laguna, el bofedal, el salar. Instalaron cables eléctricos, hicieron carreteras, pusieron letreros ajenos al lenguaje de los pájaros. Bombearon agua día y noche, succionaron las aguas antiguas y actuales junto con la vida microscópica que hacía renacer la vida en las mañanas. Mezclaron la Puri con ácidos y rocas para obtener cobre, la usaron en los baños y caminos. Ahora vienen de más lejos por el litio. 

Los salares están solos. Comienza a oscurecer y se escucha el crujir del hielo que cobija la vida durante la noche a la espera de un nuevo amanecer.