Repahõa, en Rapa Nui, significa amiga.
Rodeada de palmeras, el sonido del mar de fondo y moáis, a sus 25 años Antonia Rivas fue a vivir a uno de los lugares más aislados del planeta: Rapa Nui. Era la primera abogada de la Comisión de Desarrollo, CODEIPA, que buscaba regularizar la propiedad de la tierra, velar por el desarrollo económico, social y cultural de ese pueblo.
—En Rapa Nui se me abrió completamente la cabeza, de lo que me interesaba… No tenía idea ni de la esclavitud, ni de la lepra, ni del colonialismo al que estuvieron sujetos por casi 100 años.
Antes, ya se había acercado académicamente a los pueblos originarios: fue ayudante de Carlos Peña en la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas. También había trabajado en la ratificación del Convenio 169, que compromete a los Estados firmantes a generar instancias de consulta social.
Quiso ir más allá: hizo un doctorado de Antropología Sociocultural en la Universidad de California, Berkeley. En su tesis, se acordó del pueblo con el que le había tocado vivir y escribió sobre su relación con la tierra.
"Chile es el único país de Latinoamérica donde existe una población importante de pueblos indígenas cuya Constitución no reconoce."
Su sensibilidad llamó la atención. Tiare Aguilera la invitó a ser parte de su equipo de asesores luego de haber sido elegida como convencional por escaños reservados para Rapa Nui.
Hoy, es la única de los 24 expertos que estuvo tan cerca de la Convención Constituyente anterior. También es la única sugerida por la oficialista Convergencia Social.
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Didáctica, como cuando dicta clases de Antropología del Derecho y los Derechos Humanos en la Universidad Católica, o cuando se desenvuelve como Jefa de la Unidad de Investigación y Coordinación del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Rivas destacó desde el minuto uno de este nuevo proceso la urgencia de que los pueblos originarios tengan sus derechos garantizados.
—Chile es el único país de Latinoamérica donde existe una población importante de pueblos indígenas cuya Constitución no reconoce..
Como los de su partido, ha sido crítica del nuevo camino constituyente. Sobre el capítulo de Medio Ambiente, afirmó: “El borrador propuesto por nosotros es insatisfactorio en materia medioambiental y en materia de agua. Se encuentra por debajo del estándar internacional de protección y requiere importantes mejoras y modificaciones”.
El borrador, insiste Rivas, debe velar por recuperar la legitimidad del mundo político y respetar la protección de los derechos de los pueblos indígenas. Una promesa que el Estado Chileno, y ella como impulsora, se compromete a cumplir.