A la chilena Chynthia Rimsky le gustaba tanto leer que cuando no estaba con un libro, leía los hechos cotidianos, una lectura interpretativa que los volvía materiales novelescos. Pasaron muchos años hasta que construyó con eso una escritura. Publicó "Poste restante", cuyo fragmento reproducimos en Anfibia, en Chile casi a los 40 años. La edición argentina, publicada por Editorial Entropía, llegó luego de que se editaran en su país natal "La novela de otro" (2004), "Los perplejos" (2009), "Ramal" (2011), el relato "Cielos vacíos" en Nicaragua al cubo (2014), "Fui "(2016) y "El futuro es un lugar extraño" (2016).
Sobre “Poste restante” dice María Moreno que está escrita con una “hipnótica perfección, al borde de la miniatura”. Sus observaciones son “delicadas pero políticas, sin afán de leer en el Otro buscando domesticar su sentido”.
Si a Chynthia se le pregunta cuál es su país favorito, ella responde:
—Chuta. Qué pregunta más difícil.
Chynthia nunca piensa en términos de país, no es capaz de abarcar una totalidad, y cree que los países, son algo tan abstracto. Cree en los lugares, aunque más que en lugares, en las experiencias que tienes en un lugar, ahora mismo contestaría que el nuevo sendero de tierra que encontró ayer arriba de la motoneta entre Azcuénaga y Vagues, con los truenos resonando en el horizonte, la impresión de que el sendero iba a terminar en la curva y seguía, los caballos, las casonas inesperadas, el temor a caerse en esa soledad, la certeza de que a pesar de ese temor no podía perderse estar ahí, la charca con las dos garzas rosadas, el juntadero de cosas viejas que fue a conocer, la cerveza que se tomé en la galería, el jarro de vidrio pintado setentero que notó entre las ruinas y que llevó en la mochila y, al llegar a casa, la noticia de que John Berger había muerto. Ayer, ese fue su país favorito.
Escribe columnas y relatos en distintos medios, imparte el curso "Escrituras de la no ficción" y realiza talleres sobre los paseantes y la escritura de viaje.