El colombiano Omar Rincón vivía en Maripí, un pueblito de 5 mil habitantes. Allí, dice, había poco que hacer o culturizar, todo llegaba a domicilio, el teatro venía en carpa una vez al año, y los libros se vendían por las casas (un Amazon de hoy pero con humanos). Lo primero que leyó, entonces, tenía que ver con lo que estaba disponible. Puras aventuras sobre los misterios del mundo, algo así como El triángulo de las Bermudas donde todo desaparecía o Juan Salvador Gaviota donde todo se podía con buena onda y fe.
Años más tarde, cuando pisó una redacción por primera vez fue como llegar al cielo donde los dioses jugaban a hacer esas historias que él leía y oía. Le impresionó la cantidad de gente. Admiró su actitud y estilo. Sentió que le gustaba pero era un cielo imposible.
Se equivocó.
Omar, hoy, no solo es periodista, sino también académico y ensayista en temas de periodismo, medios, cultura, entretenimiento y comunicación política.
Es Profesor asociado de la Universidad de los Andes (Colombia), director de la maestría en periodismo de la misma universidad y analista de medios del diario El Tiempo.
Es consultor en comunicación para la Fundación Friedrich Ebert. Últimamente ha intentado la crónica indígena (2015), ensayar las mutaciones de las culturas populares (Comunicación en mutación –remix de discursos-,2015), pensar a Uribe y sus populismos (De Uribe, Santos y otras especies, 2015), sobrevivir al video arte (audiovisualidades de la niebla, 2014). Antes fue autor del ensayo audiovisual Los colombianos TAL como somos, Brasil (2007). Sus libros más conocidos son: Narrativas mediáticas o como cuenta la sociedad del entretenimiento (2006); Televisión Pública: del consumidor al ciudadano(2005), Televisión, video y subjetividad (2002).
No soporta las mascotas. No tiene la paciencia para cuidarlas. No tiene el tiempo para estar con ellas.