Una honra masculina, que hace de la violencia su prueba. Una prueba de inclusión en un mundo de pares, un mundo que en algunos casos está regado de dinero, de mucho.
Lo nuevo es el vínculo con los “transas”. El negocio de las drogas ilegalizadas toma a algunas barras, algunas sólo algunas, como mano de obra. Todos los mercados necesitan de la violencia para su regulación.
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