Catalina Salem no es sólo una abogada con experiencia en las materias del derecho que se ha desempeñado en el Tribunal Constitucional y en la academia, y que ahora forma parte del comité de 24 expertos que llevan adelante los primeros debates para una nueva constitución. Salem es también una abogada que escribe ficción.
Mientras estudiaba Leyes en la Universidad Católica mantuvo un blog de escritura al que llamó “Capriana: el despertar de la hija de azulia”. Al poco tiempo de egresar, hace doce años, publicó su primer libro con el mismo nombre y la misma trama: la fantasía sobre un país turbulento, donde la protagonista de 13 años teme por la seguridad de la nación que gobierna su familia. La chica se ve entonces frente a una encrucijada y decide cabalgar hacia nuevos parajes.
No sería su última incursión literaria.
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Cuando fue consultada por la primera sesión, Salem se mostró cauta: respondió en plural y usó palabras como “unánime”, “república” y “diferenciación del proceso anterior” para explicar el rol de la comisión.
Catalina Salem está allí por un cupo patrocinado por Renovación Nacional (RN). Su relación con ese partido se había estrechado cuando fue asesora de Marisol Peña, jurista que en cupo RN estuvo en el Tribunal Constitucional entre 2006 y 2018. Con Peña, además, comparte rol de académica e investigadora en el Centro de Investigación de Justicia de la Universidad del Desarrollo (UDD).
“Rechazar para transformar”, una de las promesas de campaña del Rechazo, se podría adecuar a su estilo personal y la colectividad que representa.
La pluma también la lleva a temas expertos. Ha publicado numerosos artículos sobre debates y problemáticas constitucionales y fue editora sobre ese tema en la Revista de Derecho Aplicado, de la Universidad Católica. No se despega de su alma mater: allí hizo un magíster en Derecho, otro en Ciencias Jurídicas y hoy es candidata a Doctora.
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Después de su primer libro, Catalina Salem siguió escribiendo ficción.
En 2013 terminó un cuento llamado “Noble caballero”. Lo publicó en Fantasía Austral, una revista digital que se nutre de autopublicaciones.
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Catalina Salem conoce a varios de sus compañeros expertos. De la Universidad Católica, a Máximo Pavez, también candidato la UDI. Mientras trabajaba en el Tribunal Constitucional conoció a Flavio Quezada, en cupo PS. Ambos ex asesores del TC son treintañeros con basta trayectoria en investigación académica.
Sus primeras declaraciones en la prensa como comisionada experta han tenido que ver con defender lo que ya existe y someterlo a transformaciones. Es decir “rechazar para transformar”, una de las promesas de campaña del Rechazo, se podría adecuar a su estilo personal y la colectividad que representa.
Hoy preside una de las tres subcomisiones más importantes, la de Función Jurisdiccional y Órganos Autónomos. Incluye la regulación del Poder Judicial, el Banco Central, el Tribunal Calificador de Elecciones, el Ministerio Público, la Contraloría. Se trata de instituciones que controlan o vigilan al poder en una democracia constitucional, ha explicado Salem para las cápsulas informativas del Proceso Constituyente 2023. Un par de semanas antes declaró que el Tribunal Constitucional necesitaba reformulaciones: sugirió que podría estar abierto a la participación ciudadana. Algo como el sistema de jurados que tiene Estados Unidos.
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En 2015, Catalina Salem hizo una nueva entrega de ficción. Es una saga de la joven Capriana (disponible en Amazon, en papel y en digital). En esa aplicación no hay muchos comentarios -son menos de diez-, pero todos la recomiendan. Los lectores son de Estados Unidos, Alemania y España.