Katherine Martorell


La mediática

Ella misma eligió la imagen. Sobria. La única joya que destaca es su argolla de matrimonio, que está en su mano hace apenas un año. Un texto breve en amarillo, sobre la foto, menciona que es abogada de la Universidad Central y Magíster en Leyes de la Universidad Católica. Poco más abajo dice que fue subsecretaria de Prevención del Delito. 

Podría ser un flayer de campaña para algún cargo de elección popular, pero no. Es la imagen que escogió Katherine Martorell para agradecer por twitter su nombramiento como experta comisionada, patrocinada por Renovación Nacional. 

Y hay un texto personal: “Agradecida y feliz con muchos de sus mensajes. También sorprendida con aquellos que sin conocerme creen que mis estudios valen menos que los de otros. Pero para mí es un orgullo comenzar la construcción de un texto que nos una y deje atrás esa división que tanto mal nos hace”. Adjunta una bandera de Chile como emoticón, la misma que usan como distintivo algunas cuentas en twitter para marcar su lugar político, en su mayoría perteneciente a la derecha.

El agradecimiento de Martorell fue público. Fiel a su estilo de mujer mediática. 

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Jugadora de pool desde la universidad y con una mesa de paño y tacos en el segundo piso de su casa, Katherine Martorell parece siempre estar atenta al ángulo preciso que aumenta sus posibilidades de sumar puntos. 

En noviembre de 2020  fue portada de un suplemento semanal: “Me gustaría ser constituyente” rezaba el título, con ella de espaldas a la azotea de un edificio del centro, quizás el mismo en donde trabajaba aún como subsecretaria. El plazo de las autoridades de gobierno para renunciar a sus puestos era del 21 de noviembre hasta el 11 de enero. Pero casi un mes después de esa portada que sonaba a confesión y propuesta, ella dijo en una rueda de prensa que estaba orgullosa del trabajo realizado en el gobierno de Piñera y que esperaba seguir con él hasta el último día de su mandato. Era el fin a su intenciones como constituyente electa.

Mientras, se desató una investigación en su contra por parte del Tribunal de Contratación Pública (TCP). Todo comenzó con la compra de cámaras corporales para Carabineros, en una licitación que ganó Motorola por más de $300 millones. La demanda la puso la empresa Pegasus, porque las cámaras ofertadas no cumplían la especificación técnica exigida y tenían un valor muy por sobre el precio de otras propuestas. Más de un año y medio después el TCP determinó que dicha adquisición fue ilegal. Además, un informe pedido a Chile Compras arrojó una seguidilla de acciones fuera de la norma de contratación. Martorell aseguró públicamente que nada de lo ocurrido revestía carácter de delito. Pero en marzo declaró como imputada en una investigación por corrupción en curso.

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Su carrera política ha sido ascendente. Llegó al concejo municipal de Quinta Normal cuando tenía 30 años. A los 38, Piñera la nombró subsecretaria de Prevención del Delito. Su imagen se hizo habitual en los medios. Y en la pandemia cumplió un rol clave desde la creación de la comisaría virtual. 

En agosto del 2021, el presidente Piñera confirmó la salida de la subsecretaria con destino a la candidatura de Sebastián Sichel. Allí tomó la vocería. Pronto, según muchos coinciden, empezaron los errores. 

Katherine Martorell sostuvo un tono que sonaba bélico y apuntó a un par de parlamentarios del sector. Además en una entrevista -algo deslenguada- se refirió de manera peyorativa al candidato contrincante Gabriel Boric por no haber terminado su carrera ni tener hijos, aunque un par de preguntas después ella misma confesaba que tampoco quiere tenerlos.  

El desorden estratégico continuó. Un mes después, Sebastián Sichel confirmó que retiró el 10% de sus fondos previsionales, tema que había enérgicamente atacado durante toda su campaña. Su carrera presidencial y la de Martorell de regreso a La Moneda se desplomaron.

Igual siguió en la campaña de Sichel, hasta que el 10 de diciembre apareció apoyando un evento en el sur de Chile para votar por José Antonio Kast, el candidato de la ultraderecha que sí tenía posibilidades de ganar. Luego de perder también esa batalla, fue asesora en temas de seguridad de la municipalidad de Providencia, comandada por bajo Evelyn Matthei, una de las políticas de derecha mejor evaluadas por las encuestas.

Martorell ha aparecido en matinales hablando de la delincuencia y recientemente tuvo una polémica con el gobierno de Boric, tras asegurar que el presidente sabía de los nexos que tenía su asesora Lucía Dammert con el narcotráfico, situación que el mismo FBI desacreditó. Como sea, ya había causado un vendaval mediático.

Como experta comisionada del anteproyecto de constitución, no se sabe cuál será su propia bola 8, pero todo indica que su movimiento busca instalarla como una voz fuerte entre las mujeres de su sector.