Crónica

Perfil: Evelyn Matthei


La soldada de la derecha 

Fue una de las protagonistas del primer escándalo de espionaje político tras el retorno a la democracia y se convirtió –desde las sombras– en la primera mujer en ser candidata presidencial de la derecha. Evelyn Matthei, militante de la Unión Demócrata Independiente, en los 35 años que se ha desarrollado en cargos públicos, ha conocido el lado bueno y malo de la política. Hoy, después de polémicas y enemistades, es la política más poderosa de su sector y una posible carta segura para postular a la presidencia en 2025.

Megavisión. Domingo 23 de agosto de 1992.

Los panelistas del programa de análisis político “A eso de” se preparan para una nueva edición. En transmisión, Ricardo Claro, propietario del canal, irrumpe en el panel mencionando que le han enviado una información grave que atenta la independencia del ciclo. Levanta una radio Kioto, la coloca sobre la mesa y reproduce la grabación de una cinta.

Es la voz de Sebastián Piñera. El entonces senador pretende llegar a los periodistas para que coloquen en aprietos a la diputada Evelyn Matthei cuando sea entrevistada. Le habla a su amigo Pedro Pablo Díaz. Pero la conversación se filtra.

–Tiene que hacerlo bien hecho. Tiene el ejemplo del divorcio, tiene el ejemplo de si está preparada. Tiene el ejemplo…. ¿de qué otra cuestión? -pregunta Sebastián Piñera.

–De la catolicidad, de ir a misa. Es católica y no va a misa. O sea, dejarla en contradicción -responde Pedro Pablo Díaz.

–Claro.

–Usted dijo que su papá se había convertido al catolicismo con la venida de Juan Pablo II.

–Eso dijo. Y dice que es luterano.

–Y ahora dice que es luterano. Usted es católica y no va a misa, ¿cómo es la ‘huevá’?

La gracia es que trate, elegantemente, de dejarla como una cabrita chica, despistada, que está dando palos de ciego sin ninguna solidez.

Koitazo o Piñeragate. Así es conocida, 32 años después, la revelación de la llamada telefónica en televisión nacional, que fue uno de los grandes escándalos políticos tras el retorno a la democracia. Evelyn Matthei y Sebastián Piñera, ambos militantes de Renovación Nacional (RN) y que integraban la Patrulla Juvenil, se habían proclamado como precandidatos presidenciales para las elecciones de 1993. Tras la polémica, Piñera bajó su candidatura, pero inició una investigación sobre el origen de la grabación. 

Matthei continuó con su carrera para llegar a La Moneda. Tres meses después, su propósito fue interrumpido tras conocerse que la cinta estaba detrás un espionaje ejecutado por el Ejército, que ella tenía conocimiento de la grabación y que, además, la había entregado a Ricardo Claro.

En un punto de prensa, Evelyn Matthei dijo:

–Asumo plenamente mi responsabilidad en este lamentable episodio y pido perdón a Sebastián Piñera y a todos aquellos que depositaron su confianza en mí y a los cuales les he fallado. 

Así dejaba de lado su primera candidatura presidencial. Meses después, dejó de militar en Renovación Nacional. 

Ninguno de los dos hechos la han impedido de ser, en repetidas ocasiones, considerada como posible aspirante de la derecha chilena a La Moneda. 

*** 

Ex Congreso Nacional. 8 de febrero de 2024.

¿Cómo se materializará ahora en el mundo político el legado de Sebastián Piñera? Le consulta la prensa, mientras se realiza el velatorio del ex mandatario, a Karla Rubilar, quien fue ministra de Desarrollo Social en su segundo gobierno. Ella acerca a su lado a la actual alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei.

–Tenemos grandes liderazgos –responde.

–Somos un equipo grande, vamos a seguir adelante -dice la jefa comunal.

Mucho antes de que la repentina muerte de quien fue dos veces presidente de Chile sacudiera al mundo político, el nombre de Evelyn Matthei ya era mencionado en medios nacionales e internacionales como la carta de la derecha tradicional para ser candidata a la presidencia en 2025

La derecha se había quedado sin el liderazgo de Piñera y, en la búsqueda de quién podría conducir el camino, Evelyn Matthei fue vista como una gran promesa. A mediados de febrero, la encuesta Plaza Pública de CADEM informó que era la política mejor evaluada, con un 74%, mientras que el 38% expresó que debía ser la sucesora política de Piñera.

Por su parte, en marzo la encuesta Pulso Ciudadano de Activa arrojó que Matthei lideraba la carrera presidencial con un 24,9% de las preferencias, estando por encima de José Antonio Kast (11,7%), Michelle Bachelet (8,1%) y Camilla Vallejo (4,5%).

Cabrita chica, despistada, sin solidez y preparación. ¿Cómo se transformó en una de las políticas actuales más poderosas de la derecha chilena?

***

En sus 35 años de trayectoria política, en televisión nacional Evelyn Matthei ha bailado, tocado el piano, saltado en paracaídas, dirigido el tránsito y corrido de la prensa, lo que la transformó en memes en redes sociales y stickers de WhatsApp.

Tiene hobbies como la costura, la cocina y la jardinería. Sus cercanas la describen como una mujer con sentido del humor, voluntad y acogedora. “Ha estado sometida a cosas adversas, pero toda esta otra parte más humana no se le conoce y a mí me ha tocado estar al lado de ella y es muy comprometida con los suyos, con la gente”, dice su amiga Paula Daza.

Una de las principales referentes en su juventud fue la ex primera ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher, llamada muchas veces como la Dama de hierro. En 2013, Matthei fue apodada de la misma forma por los medios de comunicación nacionales por la manera en la que se ha desarrollado en el escenario político: directa, dura y sin filtros, “La victimización no es parte de su forma de ser, no está en ninguna parte de lo que ella es. Ella va a decir lo que piensa, obviamente con respeto, no es una mujer que le falte el respeto a los demás”, expresa Karla Rubilar.

Hija de Elda Fornet y Fernando Matthei, comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) y miembro de la Junta Militar en la Dictadura Militar de Augusto Pinochet. Vivió parte de su infancia en una casa al frente de la Escuela de Aviación de la FACh, en la que se rodeó de costumbres militares y aviones.

Entregada al sector público –como dice Paula Daza– Matthei, militante de la Unión Demócrata Independiente desde 1999, se desempeñó dos veces como diputada y dos de senadora, periodo parlamentario en el que se enfrentó a militantes de su misma bancada política al votar a favor de legislar la Ley de Matrimonio Civil, que estableció el divorcio en Chile, y por presentar en 2010 un proyecto de ley para permitir el aborto terapeutico en casos específicos.

En 2011 recibió la oferta de quien fue su compañero de partido y con quien se había enemistado casi 20 años antes, Sebastián Piñera, para que fuera ministra del Trabajo y Previsión Social, época en la que se publicó la Ley de posnatal de 6 meses y en que se presentó al Congreso un proyecto para mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras de casa particular.

En 2013, cuando aparecían los nombres en la derecha de quién podría ser el sucesor de Piñera, Evelyn Matthei pensó en una segunda oportunidad de iniciar una carrera presidencial directo a La Moneda. Pero, en ese entonces, la coalición “Alianza” tenía en mente los nombres de otras figuras políticas, todos hombres: Andrés Allamand, Laurence Golborne y Pablo Longueira.

–Creo que no represento a la UDI, y que la UDI no me quiere.

La historia ya es sabida. Laurence Golborne fue reemplazado por Pablo Longueira para competir junto a Andrés Allamand en las Elecciones Primarias de la coalición. Longueira fue electo, pero dos semanas después bajó su candidatura argumentando una fuerte depresión. Quedaban cuatro meses para las elecciones presidenciales y la derecha no tenía candidato. Tres días después, Evelyn Matthei oficializó su renuncia al ministerio y proclamó su candidatura presidencial.

Por primera vez, una mujer era la candidata de la derecha para competir contra un segundo gobierno de Michelle Bachelet. 

Cuando Bachelet fue electa con un 62,1%, Matthei, quien obtuvo el 37,8%, desapareció de la esfera de la política, o al menos por un tiempo.

*** 

En el verano de 2014, los estudiantes y los apoderados del colegio José Agustín Alfonso de la comuna de Pedro Aguirre Cerda rumoreaban que Evelyn Matthei sería la nueva profesora de matemáticas de enseñanza media.

En marzo, el rumor se convirtió en cierto. Allison Jiménez, hoy profesora de historia y quien en ese año era estudiante de segundo medio, recuerda que en el primer día de clases tocaron el timbre y, mientras ella y sus compañeros se formaban, vieron que la ex candidata presidencial estaba junto a estudiantes de primero medio. “Fue super shockeante, porque era un personaje de televisión políticamente opuesto a todo lo que era el colegio y a la representación política de la comuna. Es una comuna históricamente de izquierda, entonces era muy extraño ver a un personaje de derecha en el colegio”.

Matthei fue profesora de matemáticas en primero y segundo medio hasta diciembre de ese año. El colegio es uno de los 17 que pertenecen a la Red de Sociedad de Instrucción Primaria (SIP), una corporación privada que administra colegios en comunas vulnerables y en la que sus propietarios son la familia Matte, una de las más millonarias del país.

La idea de ser profesora no fue un simple capricho. Siete meses antes de que compitiera en las elecciones presidenciales y en la misma entrevista en la que señaló que la UDI no la quería, expresó que se retiraría de la política para educar en colegios con escasos recursos.

Ejerciendo, e inmediatamente después del primer día de clases, comenzaron a difundirse fotografías de ella vistiendo un delantal azul. ¿Una estrategia o simplemente vocación?, se preguntaba la gente y, junto a eso, surgieron los comentarios de que ella no era pedagoga y que no había finalizado su carrera de Ingeniería Comercial en la Universidad Católica. 

–¿Puedo corregir algo? No soy ingeniero comercial, soy licenciada en Economía, ya había aclarado en 2013 en una radio, argumentando que le habían robado su tesis.

Allison Jiménez, quien fue humanista durante la enseñanza media, dice: “No le entendía tanto, para qué estamos con cosas. Pero ella tenía mucha disposición de enseñar. Si bien, el dominio de grupo no era muy bueno, si uno se acercaba, ella te explicaba sí o sí”.

*** 

El 23 de octubre de 2016, Evelyn Matthei le dio esperanza a la derecha. Tanto RN como la UDI buscaban regresar –a través de un gobierno local– a la comuna de Providencia, luego de que Cristián Labbé, hoy sentenciado por violaciones a los derechos humanos en dictadura, fuera el jefe comunal desde 1996 a 2012.

Con el 53,2% de los votos, Matthei se convirtió por primera vez en alcaldesa de Providencia y destronó una posible segunda alcaldía de Josefina Errázuriz, independiente.

Cuando Matthei fue reelecta en 2021 como jefa comunal, resurgió su motivación por una tercera carrera a la presidencia para gobernar el país en 2022. Pero la UDI tenía otra carta bajo la manga y buscó posicionar a Joaquín Lavín, quien finalizaba su periodo como alcalde de Las Condes.

–Me van a dejar fuera, que es distinto a que no me esté bajando (...). Para qué seguir con una farsa si ya está clara la decisión –manifestó Matthei a la prensa.

No se equivocó. Y entre las ganas y la incertidumbre, antes de que el Consejo General de la UDI informara quién sería el elegido para las primarias de la coalición, bajó su participación en las elecciones presidenciales a través de una carta dirigida al presidente del partido, Javier Macaya. En el documento, Matthei expone que Chile necesita reconstruirse, modernizarse y enfatizó en los malos resultados de los políticos “tradicionales”.

Y Matthei tuvo la razón. Dos meses más tarde la carta dedicada a su partido cobraba cierta verdad y en las elecciones primarias de “Chile Vamos”, Lavín fue derrotado, para la sorpresa de muchos, por el ex demócrata cristiano e independiente, Sebastián Sichel.

Ella, por su parte, decidió enfocarse en Providencia a través de los objetivos de su programa centrados en seguridad, mejora de espacios públicos y medio ambiente. Pero a inicios de diciembre volvió a involucrarse en las presidenciales para detener la llegada de la izquierda, a través del candidato Gabriel Boric, a La Moneda.

Después de que Paula Daza, quien era Subsecretaría de Salud Pública, comunicó que pediría tres semanas sin goce de sueldo para sumarse a la campaña de José Antonio Kast como coordinadora de Salud, Evelyn Matthei la llamó:

–Paula, lo que necesites de mí, aquí voy a estar.

–Vente conmigo a apoyarme en la campaña, le respondió.

Matthei se tomó vacaciones. “Al día siguiente estaba conmigo apoyándome”, recuerda Daza. 

Como primera actividad pública en conjunto, entregaron condones en un parque bajo el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Ese mismo día, Matthei llamó a un punto de prensa para comunicar su apoyo al candidato de extrema derecha y recalcó que era alguien con quien tenía diferencias, pero que podría darle estabilidad al país. 

Recorrieron el país durante un mes y se dedicaron a hablar sobre temáticas de las que Kast y sus adherentes suelen ser ampliamente criticados, como género y el rol de la mujer.

“Estuvo con su equipo, porque ella, primero que nada, consideraba que era importante estar trabajando por el futuro de Chile, pero sobre todo porque había una relación humana y ella encontraba que tenía que estar al lado mío en ese minuto y, por lo tanto, sentí un tremendo apoyo por parte de ella”, dice Daza.

Tras su participación en la campaña, le consultaron en una entrevista televisada:

–¿Asume eso como un error?

–No, para nada.

–¿Usted cree que José Antonio Kast hubiese sido mejor presidente que Gabriel Boric?

–Cuando nos sumamos Paula Daza y yo, decidimos que el primer símbolo era repartir condones.

–Pero repartir condones no cambia la plataforma de Kast.

–No, pero con eso lo que estábamos diciendo es que lo estábamos apoyando desde un sector mucho más liberal.

*** 

¿Es Matthei una política liberal? ¿Representa los valores de la derecha más conservadora? Su apoyo al divorcio y al aborto terapeutico puede que, en ocasiones, la distancien de los valores de su partido. Otras veces, se ha retractado: manifestó su rechazo al matrimonio igualitario, pero luego dijo estar a favor, argumentando que las personas homosexuales lo han pasado muy mal en Chile. “No es una agenda de izquierda. Es una agenda de dignidad humana”, sentenció.

La analista política e integrante de la Red de Politólogas Javiera Arce define a Matthei como una ‘soldada’ que no es ni tan ortodoxa ni tan cerrada, pese a estar envuelta en ese ambiente. “Ella responde a su carácter, que es un carácter con otro perfil de liderazgo femenino. Es un perfil más resiliente, más sobreviviente, además por todas las cosas que le han pasado. Creo que ha tenido una forma más ‘agressor’ de imponerse. Ha estado en hartos cargos, entonces tiene un montón de experiencia y, también, tiene un liderazgo bastante más transversal de lo que nosotros podemos imaginar”.

¿Y su defensa a la dictadura? Los cibernautas constantemente difunden un video de la militante UDI protestando en las calles tras la detención de Pinochet en Londres en 1998: “Repudio activo a Inglaterra y a España. No se van a atrever ni siquiera a salir a las calles, porque donde los vean les vamos a plantar un huevo o un tomate”, dice efusiva en el registro.

20 años más tarde, en 2018, mientras las derechas en Chile tendían a endurecer sus discursos, aseguró: “Nunca fui pinochetista”.

Se mantiene activa en redes sociales. Su equipo ha generado una estrategia en la que los memes y los recuerdos conforman su perfil de Instagram. “Mi futura presidenta de Chile”, “Evelyn presidenta 2026”, “Izquierdista, no me gusta”, “Tuvo el tupé de negar a Pinochet. Ahí se fue a negro con todo”, “Soy de izquierda, pero votaré por Evelyn para presidenta”, son solo algunos de los comentarios que recibe.

Cuando subió una fotografía del fundador de la UDI y ex senador Jaime Guzmán, en conmemoración de su asesinato, los usuarios no tardaron en reaccionar: “Pensé que eras más inteligente, con esta foto acabas de perder millones de votos”, “Evelyn, deja a los muertos tranquilos, te pueden hundir, ¿para qué?”.

“En lo valórico es más liberal, pero en lo político es más conservadora”, dice Marcelo Santos, doctor en Ciencias de la Comunicación y académico de la Universidad Diego Portales (UDP), quien explica que Matthei es una de las candidatas fuertes del “Populismo Personalista”, en el que se priorizan los rasgos individuales de las personas. “Hay un segmento, sobre todo uno menos politizado, que se deja llevar, más bien, por la propaganda política más que por los proyectos políticos”.

***

La carrera política de las municipales de este año podría ser la antesala de lo que deparan las próximas presidenciales de 2025. Desde que Matthei anunció a inicios de abril que no iría a la reelección en Providencia, volvió el secreto a voces que la prensa ha instalado en sus titulares: ¿será candidata a la presidencia?

Y aunque la UDI no lo confirma, Matthei –que ha recorrido por 25 años una militancia entre el amor y el desamor– es la cara visible del partido a través del eslogan municipal: “El equipo de Matthei”, lo que potencia las probabilidades. Se le ha visto, además, apoyando a candidatos de su coalición política. Es vista por ellos como una referente. ¿Será que por fin la UDI la quiere?

“Matthei no es solo un equipo con la UDI. Tiene una capacidad de redes bien poderosa y que ha formado a lo largo de su trayectoria. Ella tiene muy buenas relaciones con gente en Evópoli, Renovación Nacional, Demócratas, Amarillos y también, más allá de las diferencias evidentes que va a tener, porque el Partido Republicano lleva a su propio candidato -José Antonio Kast-, que va a ir a primera vuelta, ahí también hay un cariño que es innegable”, dice Karla Rubilar.

En una inquieta expectación, parte de la ciudadanía incómodamente se está empezando a preguntar: por quién votarían si, en las elecciones, la militante UDI y el fundador del Partido Republicano fuesen los candidatos finales.

Lisa Zanotti, investigadora asociada del laboratorio para el Estudio de la Ultraderecha (Ultra-Lab) y académica UDP, menciona posibles panoramas: “Algunos votantes que se identifican con la izquierda podrían considerar a Evelyn Matthei como el ‘mal menor’ en un escenario de segunda vuelta frente a Kast. Esta inclinación se basaría en la percepción de que, aunque Matthei representa a la derecha, su enfoque es menor radical y más abierto al compromiso que el de Kast”.

En su campo de estudio, se dice que la política vive y se desarrolla en un “péndulo” que va de un lado a otro y que determina los próximos apoyos. En este péndulo, están también quienes los partidos políticos buscan conquistar, los que se hacen llamar “ni de aquí ni de allá; ni de derecha ni de izquierda.

Zanotti dice que es posible que algunas formaciones centristas puedan endosar a Evelyn Matthei. “Esto podría suceder debido a una percepción de Matthei como una opción más moderada y con mayor capacidad de diálogo”. Por su parte, la analista Javiera Arce menciona que la actual alcaldesa de Providencia es la única figura de la derecha que tiene capacidad de llegar a ese sector. “Eso está interesante, porque si conquistas el centro, ganas la elección. Eso es lo que no le pasó a Kast”.

–Hay que ganar a los republicanos, si no habrá otro gobierno de izquierda, puso en advertencia Matthei en marzo de este año.

Pero si en la derecha surgió la duda de quién se encargaría de mantener el legado de Piñera, surge con ésta una nueva interrogante: ¿qué habría hecho él para derrotar a la izquierda? Karla Rubilar se adelanta al escenario político y propone: “Creo que las redes transversales, desde Republicanos hasta Amarillos y Demócratas, que era lo que quería el presidente Piñera, -pensado en una coalición amplia que permitiera dar gobernabilidad a lo que venía en un futuro- Evelyn tiene todas las capacidades de formarla”.

¿Podría Matthei ser la líder de una nueva coalición de derecha? Aunque la probabilidad de una posible unidad entre la extrema derecha y la derecha tradicional  podría ser escasa, en política no hay nada escrito. Lo cierto es que Evelyn Matthei es como una comando, una fuerza especial para su segmento que, pese a enemistades, peleas y dimes y diretes, siempre llega para salvarlos.

Fotos: Redes Evelyn Matthei