Rita Segato y LasTesis: por fin, el encuentro


Transformar la sensibilidad es cambiar la historia

Por primera vez, LasTesis y Rita Segato compartieron un espacio de conversación pública. Entonces hablaron de todo: de lo colectivo, del cuerpo, de la calle, del cuerpo en la calle, de los cuerpos feministas en el Estado, de cómo neutralizar las violencias contra mujeres y disidencias, de nuevas masculinidades, de revoluciones y de futuro.

“Cuando escuché por primera vez a LasTesis me deslumbró su capacidad de compactación. Pensé: ¡Yo me maté escribiendo no sé cuántos libros y ellas agarran todo eso y mirá lo que hacen con ideas tan complejas. ¡Es extraordinario! ¡Es  mejor!”, dijo Segato al arrancar.

A veces se juntan cosas y personas que en apariencia no tienen que ver unas con otras pero, de todas maneras, se entretejen. Pienso en los tapices de Violeta Parra, en las lanas que cuelgan en los museos de Cecilia Vicuña, en los chalecos que salen de las manos de mi madre y en las mías, que ahora escriben esta memoria sobre el primer encuentro formal entre Rita Segato y LasTesis. Pienso en lo colectivo, su intensidad, su brujería. 

Con un auditorio repleto, el jueves 27 de julio la antropóloga argentina Rita Segato y tres integrantes de LasTesis (Daffne Valdés Vargas, Paula Cometa Stange, Sibila Sotomayor Van Rysseghem) compartieron mesa en la Universidad Diego Portales, organizado por la Cátedra Mujeres y Medios y Princeton University. Durante hora y media discutieron contrapedagogías con la rabia como figura esencial y movilizante de la politicidad femenina. Pensaron la contingencia de nuestros feminismos: la calle, los cuerpos, las instituciones, el futuro (“En mi país hay una niñez hecha de otra forma, en eso estamos venciendo”, dijo Segato). De manera situada (Santiago de Chile, año 2003) analizaron hasta la biblia. 

“La historia nos lo ha enseñado: la feminización de la protesta debiese ocurrir en otros espacios. El tema es que en esos espacios institucionalizados, por donde se quiere empezar a cambiar, tienen una estructura, una base patriarcal, colonial y neoliberal. Ahí se entrampa, hasta ahí llega. Por eso las formas feminizadas de actividad política se siguen moviendo más en los márgenes.” LasTesis

No sólo hablaron de desobediencia, Segato la ejerció también en este contexto como forma de contrahegemonía, avisó. Evitó casi todo gesto esperable de una académica como ella en un lugar como este. Entonces se fue por las ramas, habló de anécdotas personales (lo personal es político), se ubicó en el costadito de la mesa, sobre el ángulo, se rió como si estuviera en una peña en Tilcara (Argentina) y tomó apuntes con una birome amarilla, como si ella fuera la discípula.

MORDER LA MANZANA

LasTesis estaban tan emocionadas como quienes fuimos a escucharlas; las teorías de la antropóloga inspiraron la performance que dio vuelta al mundo Un violador en tu camino. Segato ha estudiado las distintas formas de violencias contra las mujeres. Hasta recorrió cárceles entrevistando a violadores. Su conclusión es que ningún hombre viola en busca de placer sexual sino como acto moralizador, como manera de castigar nuestra negativa a quedarnos en la jaula que el sistema nos tiene asignada. “Los violadores son sujetos morales y disciplinadores”, aseguró Segato y recordó una entrevista en la que un violador culpó a Eva y su desobediencia: por aquella manzana no vivimos en el Paraíso y ocurren estos crímenes. 

“Un violador común me dijo: ´Profesora, a una evangélica jamás la violaría´. ¿Qué dice? Que su acto es disciplinador, que a la mujer que no necesita ser disciplinada no se la viola.  Lo que nos enseñan los medios y el sentido común es que el violador es un loco por el deseo sexual. Esas palabras descortinan algo impresionante: el violador es el sujeto más moral de todos. Por eso destierro el discurso de la superioridad moral, incluso en el feminismo. Cuando acusamos a alguien de violación es una acusación política, no moral.” Rita Segato 

El patriarcado ya no es para Segato un sistema cultural, sino un orden político que se basa en la opresión de las mujeres a través de diversas narrativas que se instalan en nuestra subjetividad, se transforman en sesgos, parcialidades implícitas, cegueras parciales. “Las mujeres siempre estamos bajo sospecha. 

Segato entiende que el crimen original femenino existe como narrativa de origen en los cinco continentes. Algo similar a lo que relata Roberto Suazo en su libro Víboras, putas, brujas. Intelectuales de peso lo usaron de argumento para retrasar nuestro derecho a voto. Alice Walker dijo que “la manera más común de hacer que la gente renuncie a su poder, es hacerle creer que no tiene ni uno”. La violencia contra mujeres y disidencias intenta convencernos de eso: somos débiles.

EL HOMBRE HA COMPRADO UN BUZÓN

Dentro de este orden patriarcal, el hombre necesita demostrar que es un hombre. Segato detalló las siete potencias masculinas que ha descrito en sus libros: la potencia sexual , la física, la bélica, la económica, la política, la intelectual y la moral. Y suma una octava, dice, por inspiración de su hija.

“El hombre ha comprado un buzón, como se dice en Argentina cuando te engañan. Tenemos que trabajar más con la masculinidad: si no, no podremos resolver la violencia contra las mujeres. Me sucede que algunos hombres que me cruzan por la calle, el repartidor de pizza por ejemplo, me dicen: ´¡Gracias Rita Segato porque abajo el mandato de masculinidad!´. Si no se produce un discurso que les explique todo lo que pierden por obedecer ese mandato, no vamos a cambiar el mundo. El trabajo del feminismo se ha enfocado en las mujeres, somos las agentes del problema y ni siquiera tenemos capacidad real de transformarlo transformándonos nosotras.” Rita Segato

¿Cómo se combate esa fuerza milenaria de narrativas repetidas en la mayor parte del mundo, los mitos de origen que replican los cuentos modernos? ¿Cómo se desarma esta estructura? Rita Segato comparte la pregunta. Se balbucea la respuesta: nombrar y performar es un camino  .

LAS PALABRAS, LOS CUERPOS, LAS CALLES

Nombrar. LasTesis confían menos en la palabra a la hora de lograr impacto social, opinan que vivimos en un paradigma texto-centrista que aún privilegia solo lo que podemos nombrar. Por eso se abrieron al juego de incorporar el cuerpo, lo visual y lo colectivo para comunicar lo que aún no tiene palabra, “las cosas que no pasan por la racionalidad”.

“Trabajamos con la teoría, la llevamos hacia otros lenguajes pero siempre volvemos a la síntesis, a la palabra. No negamos el paradigma texto-centrista: la palabra es el medio que se privilegia para comunicarnos. A pesar de eso, también hemos querido perturbar ese paradigma. Por eso insistimos con la performática desde nuestras disciplinas y lenguajes -lo visual, la palabra, lo sonoro, lo textil-, y con el cuerpo como base. Cuando hablamos de performance no nos referimos solo a lo artístico, alla Marina Abramovic, sino también a la acción desde el cuerpo articulado en colectividad y su posicionamiento político.” LasTesis

En 2019, LasTesis consiguieron que miles de mujeres en todo el mundo se enteraran del mensaje de Rita Segato sin haberla leído jamás. En Chile, la performance “Un violador en tu camino” feminizó no solo el espacio público, sino el estallido social mismo.

"La calle, dentro de nuestros imaginarios, es un espacio de disputa política. La apuesta que hemos hecho ahí, además de la colectividad, es posicionarnos desde nuestros cuerpos, comprender el cuerpo como primer territorio de opresión. Y así, articulados colectivamente, seguir movilizando esas luchas. Hoy pareciera que ese imaginario de colectividad que hace tres años acá en Chile estaba tan presente se ha difuminado. Pero creemos que igual está ahí, de otra forma, y que estamos en esa etapa de replegarse, de volver a juntar fuerzas para poder, de nuevo, dar esa disputa con potencial político. Ese potencial está lejos de los espacios institucionalizados, porque ahí se dan otras disputas que tienen que ver con la política.” Las Tesis

LA DESOBEDIENCIA

“¿Qué quiero de la historia? Que se vaya en otra dirección más benigna para más gente”, cuestionó la antropóloga argentina. Y esto, para ella, incluye la liberación de los hombres, a quienes ve como víctimas de esta corporación patriarcal donde ellos también obedecen y solo unos pocos mandan. Somos todos víctimas de este orden que se ha instalado a nivel inconsciente, tan inconsciente que a veces lo creemos natural, parte de nuestra biología. Son demasiados años, demasiadas leyendas, cuentos, textos sagrados, películas, comerciales que nos han repetido lo mismo.

“Desobedecer significa salirnos de lo que se asume como normal. No es destruir materialmente cosas o ser antisistema -¡aunque todas tenemos un corazón así!-. Significa que tú estás consciente de lo está pasando. Tiene que ver con salirse de esta normalidad tóxica y dañina. La desobediencia es tan preciosa y es tan valiosa que LasTesis para poder instalar lo que hemos podido instalar nos ganamos el odio y la persecución policial. Tuvimos denuncias de parte de la policía de Chile por desacato a la autoridad e incitación la violencia.” LasTesis

La conferencia del jueves terminó con el testimonio de una mujer que se autodefinió como pobladora. Entre lágrimas, expresó su impotencia para poder sumar a más mujeres como ellas al movimiento feminista: “necesito que me ayuden a encontrar esas palabras”. No solo necesitaba eso, apenas sobrevivía vendiendo en la feria. Era una mujer pobladora feminista y sentía que estaba sola, se preguntaba cómo conciliar la precariedad de su vida con parte de los discursos que estaba escuchando. Lo que pedía era entender mejor cómo calzaba aquello con su vida. “No se puede enfrentar sola esta pelea”, le contestó una conmovida Segato y preguntó dónde estaba esa comunidad. Necesitamos de los cuerpos de otras para resistir. 


“Cuando las mujeres empezamos a salir a la calle, la calle es tomada de otra forma: de una forma festiva. Los cuerpos se decoran, tienen intimidad, se agarran. Es totalmente diferente, cambia la historia. Tenemos una idea, que tomamos el Estado y cambiamos la historia en dirección a un horizonte más benigno para más gente. Esta idea está resultando falsa. Los cuerpos así, y en el espacio público, generan un cambio de sensibilidad. Y creo que la historia sí, quizá se cambie por ahí, por ese actuar.”  Rita Segato.